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febrero
(29)
Es verdad, no estaba Renato. Andaba por el C.
ResponderEliminarSi alguien conserva alguna de aquellas memorias tan bonitas que se hacían al final de cada año, las Perseverancias, le podrá encontrar. Siempre estirado y con la cabeza torcida, mirando para otro sitio, como si tuviera miedo de mirar de frente.
Pero creo que tambien faltan algunos más.
Por qué hacer que el pobre Renato se sienta culpable de traición, si era inocente de tamaño desmán. En aquella época, los del A eran blancos, ingenuos y pardillos. Los del B eran azules, sólidos, populares y un poco desmañados.Los del C eran amarillos, presumidos,y poseidos de si mismos.
En el B o en el C, que más da, Renato era el mismo ser inseguro.
47 Zagales en el mismo curso. Eso que ahora parece aterrador, y lo es, entonces nos parecía normal, y lo era.
Formar en fila. cubrirse, que solo se vea una cabeza. Al tercer toque de campana el silencio, la oración y el canto patriótico, todo ello en el patio.
Subir a clase en silencio, si hablabas te jugabas quedarte castigado por la tarde.
En clase, mas oración, "Sagrado corazón de Jesús, os ofrezco por medio del corazón inmaculado de María Santisima, las oraciones, obras y trabajos del presente día ..."
El titular, lo que hoy llamariamos el tutor, hacía una breve reflexión religiosa no sin un cierto marchamo de obligación y disciplina.
Y luego las clases, El Quico, El Luis, o Don Victorino.
De repente, en medio de una clase, sonaba la Jaculatoria, "Acordemonos de que estamos en la santa presencia de Dios. Adoremosle"
Que tiempos aquellos, teníamos toda la vida por delante.
Ahora, con ella casi cumplida, miramos para atrás y sonreimos.
Y los que hemos llegado a una edad certera, sin desear mal a nadie, nos sentimos triunfadores. Y sabemos que lo somos.
Un abrazo a todos.
Ps. Os acordais de Manuel Fernández Aparicio.
En esta foto debería estar.